dimarts, 10 de febrer del 2009

Un milió d'aturats nous en el que portem de crisi, imaginem que passaria amb flexibilitat laboral

En la línia que comentava, dels “partits hipòcrites” avui podem llegir a la premsa el suport que dona CiU a l’acte reivindicatiu de la patronal del metall i Pimec.

Que quedi clar que sóc el primer que crec que és urgent les mesures de liquiditat per les empreses, però aquest acte ve de la ma de la CEOE, que recordem que demana com a mesura l’abaratiment dels acomiadaments de treballadors. M’agradaria que CiU també anés i recolzés els actes i manifestacions dels treballadors afectats per expedients de regulació.

En una entrevista publicada, avui també, en el diari “CincoDías”, Robert Solow, premi Nobel d’Economia el 1987 per les seves contribucions a la teoria del creixement econòmic, i teòric de l’economia neoclàssica, en definitiva una persona no sospitosa de ser d’esquerres, afirmava:

'España necesita tecnología, no flexibilidad laboral'

Pese a la dimensión histórica de la crisis actual, Solow duda de que el liderazgo económico de Estados Unidos corra peligro: 'No creo que la situación futura surja tanto de la crisis como de la capacidad de los grandes países de la Unión Europea para lograr niveles de crecimiento similares a los de Estados Unidos. Se trata, creo, de una cuestión de innovación tecnológica. Desde los años 70 hasta mediados de los 90, el diferencial de productividad entre ambos bloques se estrechó hasta el 4% o el 5%. Desde entonces hasta hoy, ha vuelto a ensancharse, hasta situarse hoy en el 15%. Probablemente, Europa no ha sabido aprovechar tan bien las tecnologías de la información y el conocimiento'

A la pregunta sobre si el modelo europeo de Estado del Bienestar es una carga, Solow responde tajante: 'Si explica algo del diferencial de crecimiento frente a Estados Unidos, será muy poco. Ese no es, en absoluto, el problema fundamental, que se centra en la investigación y el desarrollo tecnológico'. En cuanto a China, el gran gigante emergente, Solow duda de que pueda mantener el ritmo una vez que los salarios se acerquen a la productividad.

También en España son muchas las voces que reclaman una flexibilización del mercado laboral, pese a que la crisis se ha llevado por delante cerca de un millón de empleos. 'Eso deja claro que las necesidades no van por ahí', explica el economista. 'Yo diría que la expansión de los últimos años se ha centrado en sectores poco productivos. España necesita tecnología, no flexibilidad laboral'.